Del
poemario Kairos (2013).
Tan
fuerte como el grito,
tan
vivo como el Sol;
el
silencio pasajero reluce como espuma.
Otra
vez las típicas cadencias
enmudecen
nuestros ojos,
y
la alfombra de esperanza
se
limita con amplios tragaluces.
Observa
como mis alas se estremecen,
llueven
diamantes diminutos,
el
frío proyecta la sombra fantasmal:
risas
ardientes y puntuales.
Viejas
noticias…
besos
de un efluvio realizado,
niñas reclaman mi sendero de nostalgia.