Durante mil años han caído las cenizas del
cielo y nada florece. Durante mil años los skaa han sido esclavizados y viven
sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años el Lord Legislador reina con
un poder absoluto, gracias al terror y a su divina invencibilidad. Le ayudan
los “obligadores” y los “inquisidores” junto a la poderosa magia de la
alomancia. Solo algunos son capaces de quemar los metales que han tragado, y
que les otorgan poderes sobrenaturales. Pero los nobles han tenido trato sexual
con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, alguna de su progenie ha
sobrevivido y ha heredado los poderes alománticos. Los “brumosos” tienen
solo uno de esos poderes, mientras que los “nacidos de la bruma” son capaces de
dominar todos ellos.
Kelsier el superviviente, (el único que
ha logrado huir de los Pozos de Hathsin) ha encontrado a Vin, una pobre chica
skaa con mucha suerte... A partir de este
descubrimiento, se ven involucrados en una rebelión para derrocar el Imperio
Final, acompañados de los personajes más dispares que se les puedan ocurrir. Y
este es precisamente uno de los puntos más fuertes de Nacidos De la Bruma: sus personajes. Todos tienen casi la misma importancia, y nos
acompañan a lo largo de todas las páginas, siendo los pilares fundamentales de
toda la obra. Gracias a ellos -y también por su culpa-, el mundo, tal y como lo
conocen, está a punto de dar un giro absolutamente radical.
Brandon Sanderson en Nacidos De La
Bruma, ha desarrollado uno de los sistemas
de magia más interesantes y ricos que ha visto la fantasía moderna. La alomancia es la verdadera
protagonista de toda la saga, una suerte de alquimia corporal que los “brumosos” y los “nacidos de la bruma” pueden
realizar ingiriendo y quemando ciertos
metales en el interior de sus cuerpos, para obtener poderes como manipular las
emociones, empujar y atraer metales o potenciar sus capacidades físicas. No
diré más. El lector debe ir aprendiendo cómo funciona este curioso recurso que
Sanderson explota hasta sus últimas consecuencias, y que le valen para escribir
algunas de las escenas de acción más brillantes que se han escrito dentro del
género.
Nacidos De la Bruma es una excepcional muestra de una nueva forma de
fantasía y el primer volumen, El Imperio
Final (2006) -con una conclusión cerrada y grandiosa- nos introduce
gratamente en el mundo de los poderes alomanticos, de la bruma y la ceniza, de
la dominación y la rebelión, con personajes inolvidables como el atormentado
Kelsier, en su papel de Pigmalión de la más brillante Galatea que se pueda
imaginar: la nacida de la bruma Vin.
Uno
de los reparos que se le podría objetar a esta trilogía es que el avance de la
trama es un poco lento, el autor se centra mucho en que las situaciones y las
conversaciones queden muy bien explicadas y justificadas, que todo tenga sentido
para el lector. Dejando de lado tal vez algunas escenas del segundo libro, el ritmo general es adecuado. La acción está casi siempre
concentrada en el último tercio de cada libro, generando microinfartos en el
lector a base de varios desenlaces múltiples consecutivos (dado
que no se trata solo de un libro de acción, sino también de personajes que
viven en un mundo realmente complicado), es muy difícil llegar a aburrirse en
algún momento. Siempre hay algo interesante en lo que centrar nuestra
atención.
Ya en libros anteriores había escenas con un cierto
tufillo a religión, pero tenía la esperanza de que esto fuera simplemente un
elemento secundario más dentro del mundo fantástico, después de todo uno de los
personajes se dedica a estudiar y recopilar información de los cientos de
religiones que han existido en ese mundo. Aun así, no descartes esta saga
rápidamente por el tema del final, que después de todo a lo que más importancia
le doy es a las muchísimas horas
de entretenimiento que he pasado con sus personajes más que al
desenlace como tal.
Al leer el primer libro no nos damos
cuenta de que su interés es exponencial. Terminamos con un buen sabor de boca
que nos impide morir sin coger el segundo libro que supera al primero, para
finalmente devorar el tercero donde termina esta especie de orgasmo narrativo.
Los giros argumentales de esta suculenta trama que mantiene al lector atrapado
en su totalidad, confeccionan algo más que una historia interesante sobre
sentimientos, amor, locura, política, economía, intriga y conspiraciones
entremezclados de manera compleja. Merece la pena llegar al final para darse
cuenta de la complejidad y excelencia de la trama argumental.
En conjunto, los tres primeros volúmenes de Nacidos
De La Bruma forman una obra maestra que cualquier amante de la fantasía
debería leer. A pesar de contar con algunos detalles un poco
decepcionantes, hay un antes y un
después de leer esta saga. No cabe duda que la originalidad de Brandon Sanderson es
encomiable, y también su afán por hacer reales unos personajes que estaban solo
en su mente. Si todavía no has tenido la oportunidad de leerla, por lo
que más quieras, hazlo ya.
Jorge
Antonio Buckingham