jueves, 13 de agosto de 2015
HALDILL
Los Haldill, también conocidos como ángeles
o devas, son las primeras especies sapientes que se creen tras el
encarcelamiento del Creador de los Grandes Antiguos. Normalmente consisten enteramente de energía psíquica, pero son
capaces de asumir cuerpos físicos en los planos materiales. En sus formas naturales, que son vistos por los humanoides como
pilares de luz cambiantes. Desde que se ven a sí mismos como descendientes directos de Apsu, sienten
una obligación moral para guiar la evolución de todas las especies sapientes. La mayoría de ellos habitan actualmente en los planos superiores,
en los que velan por los espíritus ascendidos.
Cuando los Grandes Antiguos invadieron los Pherusem, los Haldill
se unieron para luchar contra ellos. Durante esta guerra cósmica, algunos de ellos se convirtieron en
los primeros demonios, seres que buscaban el dolor y el sufrimiento de los
demás. Con el tiempo se rebelaron contra los gobernantes de Phersuem, en la creencia de que ellos deberían reinar en el Sistema Solar. Después de incontables milenios, su líder Luzhix firmó la Pax primitiva con los
Haldill, permitiendo que los demonios vivan en el Inframundo y torturen a las
almas condenadas.
Los que están en los planos materiales que son conscientes de la
existencia de los Haldill, a menudo desean que se les adoren. A los Haldill generalmente no les gusta
esto, pero a menudo protegen a sus adoradores y otorgan la magia divina a los
iniciados, siempre y cuando se utilice con fines benéficos.
En pasado prehistórico de la Madre Tierra, un grupo de Haldill
conocido como Arigor tomaría forma física y se casaría con los seres humanos y
los seres estrechamente relacionados. Sus hijos fueron los Nephilim, que eran más altos y más fuertes
que sus padres mortales. La mayoría de ellos se convirtieron en jefes poderosos y guerreros.
Los que llevan la tensión espiritual de los Nephilim se conocen
como Nephilites. Por lo general son físicamente normales, aunque en el promedio más
fuerte y más larga vida que la mayoría de los hombres. Los Nephilites también tienden a
ser más notable de lo paranormal que los humanos más mundanos. La mayoría de ellos están destinados a tomar partido en el conflicto Consejo Haldill, y
muchos han asumido el papel de superhéroes o supervillanos.
ORIGEN Y NATURALEZA DE LOS ANNU-KI
Aunque los Annu-ki pertenecen a la familia de
filiación divina, constituyen un tipo peculiar y distinto de criaturas del
Sistema Solar, siendo el único grupo de vida inteligente en Pherusem en cuya
creación participan los gobernantes de la galaxia. Los Annu-ki son los
encargados de establecer la vida física en la Madre Tierra. Este eficiente
cuerpo de diseminación de vida no es un grupo auténticamente autogobernado. Los
dirige el trío determinador de vida, constituido por Gamall, Misk y Nambia, el
Annu-ki original y primogénito de Pherusem.
Los Annu-ki están clasificados en tres
grandes divisiones: la primera división es la del más alto rango de Annu-ki; la
segunda, es la de los asistentes, y la tercera la de los custodios. La primera
división está subdividida en doce grupos de especialistas en las diversas
formas de manifestación de la vida. La segregación de estas tres divisiones fue
llevada a cabo por Misk, quienes con tal propósito realizaron pruebas en la
esfera sede de Pherusem, planeta de donde provienen los Annu-ki. Misk está
desde entonces estrechamente asociados a los Annu-ki y siempre los acompaña
cuando éstos salen a establecer la vida en un planeta nuevo.
Las Crónicas de la Madre Tierra narra
la llegada de los Annu-ki a Tyamath procedentes del planeta llamado Pherusem hace unos 450.000 años: seres altos de
unos 3 metros de altura de piel blanca, cabellos largos y barba, quienes se
habrían asentado en Mesopotamia y
que, por ingeniería genética, aceleraron la evolución del Neanderthal a Homo
Sapiens aportando su propia genética, por la necesidad de bioelevar las razas
humanas.
Según las novelas de Buckingham, la tecnología
y poder de los Annu-ki aún no ha sido superada, plantea que podían efectuar
viajes espaciales y manejar la ingeniería genética hace 450.000 años, y que
habrían dejado sus rastros en toda la Madre Tierra con tecnología aún
desconocida como por ejemplo con pirámides (egipcias, mayas, aztecas y chinas), Stonehenge, el “puerto espacial” de Baalbeck, las líneas de Nazca y hasta Machu Pichu.
ANNU-KI
Los Annu-ki también
llamados Anunna (hijos de An), fueron los dioses confinados del mundo
subterráneo. Se dice también que vivían en Dulkug o Dulku, “montículo santo”.
Existe un texto sumerio llamado “El descenso de Inn-na al Inframundo”, donde se
identifica a los Annu-ki como los 7 jueces del Inframundo. Para otros no son
más que una familia formada por dioses inmaduros, separados de sus padres y
abandonados en un mundo que se estaba recuperando de una batalla con la estrella
de la muerte.
La leyenda cuenta que
existe otro planeta en nuestro sistema solar, llamado Pherusem, con una órbita
elíptica, similar a la de un cometa, y que tarda 3.600 años en dar una vuelta
completa alrededor del sol. Pues es en
Pherusem donde vivían los Annu-ki, que son los dioses de su panteón y
que fueron los creadores de la vida sobre la tierra y la causa de la evolución genética del hombre en la Madre Tierra.
La historia de cómo crearon
los Annu-ki a la antigua
civilización humana es bastante similar a la creación del hombre por
Dios según la Biblia. Dice la historia que Enki tomo arcilla y le dio forma,
por invitación de Nammu, aunque las primeras formas no tuvieron éxito. Los
humanos veían a estos seres como dioses, pues estos eran para ellos
inteligentes, poseedores de tecnologías, y conocimientos. Con gran longevidad,
pero a la vez mortales. Estos seres fueron llamados por los sumerios como
Annu-ki. La Biblia los menciona como “Nephilim”, aunque algunas traducciones
erróneas los llaman “gigantes”.
Hoy en día sigue siendo un misterio para la ciencia establecer el origen
de la civilización sumeria, aparecida de la noche a la mañana, con una
estructura social compleja. ¿Estarán detrás de ella los Annu-ki? La religión sumeria
presenta hoy aún problemas de identidad, debido a la rapidez con la que se
amalgamaron los principios religiosos del pueblo sumerio con los de los semitas
acadios. Sin embargo se puede evidenciar que estuvo adaptada a una sociedad
agrícola y pastoril, porque muchas de sus divinidades se corresponden con
fuerzas vitales del ciclo agrario o del ciclo regenerador del ganado. De ahí
que el agua y la actividad sexual ocupen un primer lugar en sus concepciones
religiosas.
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