sábado, 29 de agosto de 2015

ASPECTOS FÍSICOS, CULTURALES Y ECONÓMICOS DE THANIS

Thanis es una isla de grandes dimensiones, se puede considerar como un continente. Sus habitantes poseen una tecnología y cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época, y fueron decisivas en los avances de las demás culturas de Tyamath. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la Stygia y la Maya y son consumados viajeros, dominando con sus barcos los mares y océanos de la Madre Tierra. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las pirámides Mayas y Stygias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben a la influencia que los Thanitas (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de Thanis) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo conocido.
El mecanismo industrial de esta nación disfruta de cierta gran ventaja que deriva de la topografía singular del continente. Las elevadas montañas, sobre las cuales caen lluvias fuertes durante ocho meses del año, están situadas a las afueras mismo del reino. Esta disposición natural favorece el aprovechamiento de la energía hídrica y facilita considerablemente el riego del árido cuadrante occidental del continente. Este pueblo es autosuficiente, es decir, puede subsistir por tiempo indefinido sin importar nada de las naciones circundantes. Sus recursos naturales son abundantes, y mediante técnicas científicas han aprendido a subsanar sus deficiencias en los elementos esenciales de la vida. Disfrutan de un ágil comercio interno, pero tienen poco comercio exterior debido a la hostilidad universal de sus vecinos menos progresistas.
Thanis, en general, siguió la tendencia evolucionaria del planeta: demoró miles de años el desarrollo desde la etapa tribal hasta la aparición de gobernantes y reyes poderosos. Los monarcas incondicionales fueron sucedidos por muchos tipos distintos de gobierno —repúblicas fallidas, estados comunales y dictadores que entraban y salían interminablemente. Fue paulatina la transición subsiguiente de monarquía a la forma representativa de gobierno; al principio quedaron los reyes como meras figuras sociales o sentimentales, y luego desaparecieron, al agotarse la línea de descendentes varones.
La situación industrial de este pueblo dista mucho de sus ideales; aún tienen sus dificultades el capital y el trabajo, pero ambos se están ajustando al plan de cooperación sincera. En este continente único los trabajadores se van convirtiendo cada vez más en accionistas de todas las empresas industriales; y cada trabajador inteligente se hace poco a poco en un pequeño capitalista.
Hace mucho tiempo esta gente desarrolló nuevas técnicas para solucionar malentendidos industriales y para la corrección de abusos económicos, las que representan marcadas mejoras frente a los antiguos métodos de resolver estos problemas. Se ha proscrito la violencia como procedimiento para solucionar las desavenencias personales o industriales. No se regulan rígidamente los salarios, las ganancias y otros problemas económicos, pero en general los controlan los órganos legislativos de asuntos industriales, mientras que las disputas que surjan de la industria se deciden en las cortes industriales.
El motivo del lucro dominó la industria por completo, pero posteriormente lo han desplazado a paso acelerado otras fuerzas motoras superiores. En Thanis la competencia es intensa, pero se ha transferido gran parte de ella de la industria al juego, a la capacitación, al logro científico y la consecución intelectual. Está muy activa en los servicios sociales y en la lealtad al gobierno. En este pueblo el servicio público se está convirtiendo rápidamente en la meta primaria de la ambición. El hombre más rico del continente trabaja seis horas al día en la oficina de su taller mecánico y luego se apresura a ir a la sucursal local de la escuela de administración estatal, donde procura capacitarse para el servicio público.

LOS ELFOS DEL BOSQUE VALEN

Los Bosmer proceden del Bosque Valen, una provincia del suroeste de Tamriel. Se les suele conocer como elfos del bosque, aunque ellos se llaman a sí mismos Bosmer o Boiche. Los Bosmer rechazan las rígidas tradiciones de los Altmer, prefiriendo una existencia más en armonía con su entorno y sus criaturas salvajes. Suelen ser más ágiles y rápidos que los demás elfos, haciéndolos aptos para ser exploradores o ladrones. Son los mejores arqueros de Tamriel e incluso se rumorea que podrían haber inventado el arco. Tienen varias aptitudes innatas, como el poder influir en algunas bestias salvajes o una habilidad casi camaleónica para ocultarse en zonas boscosas. Como parte del pacto verde, suelen ser carnívoros ya que no pueden dañar la vegetación del Bosque Valen (aunque no tienen inconveniente en comer vegetales importados ni en usar madera de fuera de su región).
Los Altmer llegaron a Bosque Valen antes de que comenzara la primera era y encontraron que los densos bosques estaban habitados por multitud de bestias, así que lucharon para establecerse en la zona y dejar de ser presas para convertirse en los cazadores. Aquellos que se adaptaron a este estilo de vida, acabaron por convertirse en los Bosmer que conocemos hoy en día. Con el tiempo, se unieron bajo el liderazgo del rey Eplear que unifico Bosque Valen y fundo la dinastía Camoran, comenzando así la primera era. Hicieron un pacto formal de comercio con el Imperio Alessiano en el 1E 340 que solo duró unas décadas antes que fuese invalidado por las continuas escaramuzas con Colovia. Después de que la población Bosmeri fuera diezmada por la plaga Thrassiana en 1E 2417, fueron absorbidos por el Segundo Imperio.

Su sociedad se suele dividir en tribus independientes entre sí. Los elfos de bosque siempre has estado dispuestos a defenderse de las agresiones extranjeras. Sin embargo, son una de las razas más pacificas de Tamriel, y nunca han instigado la guerra contra otras naciones, aunque han sido acusados en ocasiones de reaccionar exageradamente ante cualquier conflicto en su territorio. Nunca han forjado una verdadera alianza con otras naciones, ya que los rituales caníbales y su dificultad para adaptarse a otras culturas han generado cierta desconfianza. Sin embargo, mantienen el intercambio y comercio con las demás naciones, pues necesitan importar madera y otros productos vegetales debido al pacto verde.

Los Bosmer valoran y aprecian la diversidad y las demás razas son bienvenidas en Bosque Valen. Algunas leyendas aseguran que los Bosmer solían casarse con humanos. Coexisten con los Imga, una raza de primates que tienen en gran estima a los Altmer. Suelen aceptar de buen grado a los inmigrantes: aceptaron a los esclavos huyendo de los Ayleid y luego a los Ayleid huyendo de los esclavos. Muchos extranjeros visitan Falinesti, la maravillosa ciudad situada sobre un árbol errante (aunque los últimos informes indican que se ha enraizado misteriosamente). Últimamente se rumorea que ha aparecido un profeta llamado el precursor que promete las bendiciones  de Y’ffre a aquellos fieles devotos.