domingo, 3 de mayo de 2015

EL CICLO DE LA LUNA ROJA, DE JOSÉ ANTONIO COTRINA: EL PELIGROSO INTENTO DE VOLVER A CASA

Rocavarancolia lleva treinta años en ruinas. Su única esperanza reside en que un muchacho humano consiga sobrevivir hasta que salga la Luna Roja. Cada año, la puerta que conecta Rocavarancolia con nuestro mundo se abre durante la víspera de Todos Los Santos. La noche de Samhein, y Denéstor Tul, el demiurgo, busca a niños especiales para llevárselos con él. Estos niños forman "la cosecha de Samhein", que este año está compuesta por doce muchachos procedentes de distintos lugares de nuestro mundo. Desconocen por qué están allí y qué se espera de ellos. Solo saben una cosa: la ciudad intentará destruirlos y no tendrán la opción de regresar a su mundo hasta que pase un año.

El universo creado por José Antonio Cotrina tiene cuatro elementos: los doce niños, los adultos de Rocavarancolia, una serie de monstruos que desconocemos y la propia ciudad, que parece tener vida propia. Por otro lado, también está el componente humano, los jóvenes que son llevados a este país de pesadillas, y en donde deberán enfrentar, con lo poco que saben, los grandes peligros que la propia ciudad encierra.

La prosa de Cotrina es sencilla y clara, y por lo general se mantiene ágil. Sin embargo, tiene un tono algo más infantil de lo esperado; quizá es esa la razón por la que no llegue a trasmitir carga emotiva del todo. Todos los personajes, niños y monstruos, resultan a la vez interesantes y creíbles. A pesar del gran número de ellos, es bastante sencillo tenerlos a todos en mente e identificar quién es quién. El protagonista, Hector, es un chico gordito y torpe, pero sus pensamientos y sus comentarios lo alejan del cliché y lo hacen más cercano al lector, que en seguida le toma cariño.

El primero de sus tres libros La Cosecha De Samhein (2009) es el que goza de menos fuerza. Cotrina ha repetido en las presentaciones de los libros que componen esta trilogía, que el arranque—las 30 o 40 primeras páginas— es tan blando y típico totalmente adrede, una especie de truco para así ir luego ofreciendo al lector un mayor asombro mientras, capítulo a capítulo, la trama va oscureciendo, endureciéndose y maravillando al lector.

El segundo libro Los Hijos De Las Tinieblas (2010) es continuación directa del primero. Los mismos protagonistas y escenarios, además de nuevos personajes, lugares y peligros… todos estupendos e ingeniosamente trabajados. Apenas se puede contar algo de este segundo libro sin desvelar detalles de importancia que quebrarían la magia que encierran, así que me limitaré a decir que es un gran libro, tanto en extensión como en calidad.

La trilogía termina con La Sombra De La Luna (2011). Con este libro ocurre un problema similar al segundo de los volúmenes: no se puede desgranar su trama sin romper los hechizos que guarda. Diré que es todavía más extenso que el segundo, manteniendo sin merma ninguna la alta calidad que la trilogía atesora en su conjunto.

Las 2000 páginas que componen El Ciclo De La Luna Roja, están trabajadas a conciencia. Una pluma que cuida del menor al mayor detalle, un ingenio sorprendente que esquiva los tópicos y busca siempre el asombro del lector, una escritura ágil e inteligente, llena de giros mágicos que solo los años de escritura otorgan. Una composición de obra espléndida que todo buen aficionado a la lectura debería leer.

Jorge Antonio Buckingham