miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL REINO DE THYÏLEA

Thyïlea es un término usado en las fuentes arcaicas para referirse a un lugar, generalmente una isla, en el norte lejano de Tyamath. A menudo se cree que pueden haber sido diversos lugares como Escandinavia. Otros creen que se localiza en Saaremaa en el mar Báltico. Fue mencionada por primera vez por el geógrafo y explorador griego Piteas de Massalia (actual Marsella) en el siglo IV AEC. Piteas dijo que Thyïlea era el país más septentrional, seis días al norte de la isla de Gran Bretaña, y que el sol de pleno verano nunca se ponía allí.
Thyïlea era la capital de Hyperbórea,  reino de los Dioses. Para Procopio de Cesarea, Thyïlea era una isla grande del norte habitada por 25 tribus. Se trata con toda probabilidad de Escandinavia, pues varias tribus son fácilmente identificables, tal como los gautas (Gautoi) y los saami (Scrithiphini). Éste escribió también que al volver los hérulos, pasaron con los varni y los daneses cruzando el mar a Thyïlea, donde se asentaron junto con los gautas.
Thyïlea, según los mitos de la antigüedad, guardan memoria de una antigua tierra mágica que explicaba el origen de la humanidad y de la antigua civilización de la Thyïlea legendaria, Patria original de los arios. En el Tibet antes de ser invadido y destruido por los comunistas chinos, en los templos, eran guardados con celo viejos manuscritos que se referían a ese pasado hoy premeditadamente ignorado por quienes manejan el mundo.
Según este conocimiento al que se refieren los textos de los indoarios, el continente Ártico, hace milenios, era un lugar de clima templado y con una naturaleza generosa. Esta tierra, denominada Thyïlea, fue habitada por una civilización superior, una civilización que participaba del conocimiento trascendente o espiritual y que era formada por los arios originales, seres venidos de las estrellas. Estos habitantes se llamaban "ariyas", de donde proviene la palabra "ario", que viene a decir "nacido dos veces", "noble", o "iluminado".
La Patria de esta estirpe estaba aislada del mundo por el inmenso océano boreal. Gracias a esta separación podían vivir en armonía. Pero tras una serie de cambios climáticos debidos a un cataclismo planetario, aquella eterna primavera dio paso a un clima frío e inhabitable, con lo que los arios primitivos hubieron de emigrar hacia regiones más al sur. Así, los arios emigrarían hacia diversas regiones situadas al norte del continente euroasiático, fundando la legendaria civilización del Gobi, en el Asia y migrando también hacia Europa.
Los innumerables restos de fauna congelada en las islas árticas hoy inhabitables, como la isla de Vrangelja (Vrangel), al norte de Siberia en pleno Océano Ártico, así como los yacimientos de carbón de las islas árticas como Spitsberg (Noruega), son la demostración de que en otro tiempo aquellas tierras polares, hoy inhabitables, fueron lugares de naturaleza exuberante. De esta manera, la Patria original de los arios sería sepultada por los hielos polares.
Los arios sitúan la patria de los hyperbóreos en esa Thyïlea en donde, se cree, debieron aterrizar los primeros seres llegados de las estrellas. Estos hyperbóreos, según germanos, celtas y las antiguas tradiciones, proporcionaron la raza de los hombres superiores que se hundió con su continente cuando se produjo el cataclismo mundial o el "hundimiento de la Atlántida".