Del
poemario Kairos (2013).
Tentación
de peces capitales,
oración
en armonías de aluminio,
que
envuelven las faldas salpicadas de vino:
anticuerpos
de otra inmortal ilusión;
tristes
y viejas cofradías.
Suavemente
la corona mística
recuerda
fecundas melodías,
en
alguna parte del examen de admisión,
se
disuelven orondas actitudes;
la
mente gira en elipses musicales,
lecciones
con nuevos resultados.
Pétalos
de efímeras discusiones,
básicos
colores en la columna del animal.
Así
develamos esta partitura de seda,
cenizas
de un mundo dividido,
cantando
mi vida nueva y luminosa.
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