Del
poemario Kairos (2013).
Escapando
de una confusión verdadera,
el
presente delira en finas hierbas:
inmensos
momentos de sequedad,
para
éste vivo y católico frenesí.
Ahora
y como nunca,
girando
en un crisol que deambula
sin
misas ni banderas,
el
místico tiembla con tenedores de perla.
Reconociendo
este simple artificio,
la
madre del niño parece estar descocida,
alimenta
las pasiones
con
ligeros claveles.
Palabras
impolutas en un beso singular,
lamentos
y mortajas,
intimidades,
alteridades;
un
vuelo de agonía espacial,
sólo el tiempo enmudece las ilusiones.
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