martes, 31 de marzo de 2015

ATALAYA

Del poemario Kairos (2013).

A Jeny Coraje

Limpiar la sangre no duele,
lo que duele es el tiempo, es el duelo,
y no saber para qué se muere tan lento,
en el fulgor de un abrazo.

Para mañana seremos otro árbol,
que crece a la orilla de un espacio vacío,
en un latido descalzo
y el profundo color de la ventana.

Cantar sobre el ojo del volcán
es el objeto de mi renuncia
a ser un soldado de plomo,
cuando el eco de la Verdad reverbera.

…Y en vientos que humedecen las almas,
los sueños son oro;
los dueños son sueños.

Navegar hasta las estrellas,
para escribir ese nombre
en la palma de Dios,
que observa esa gracia interesado.

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