Del
poemario Kairos (2013)
Cúbreme
de besos en esta flama capital,
abrázame
con el manto de tus muslos,
deja
que me agite en esta danza,
eres
tan importante como mi madre.
Hazme
feliz con el filo de tu sonrisa,
déjame
susurrarte esta misma canción.
…es
que eres tan explosívamente dulce.
¡Te
quiero, ave soñadora!
Mátame
lento con el brillo de tu piel;
ahora
la oscuridad desnuda mis sueños,
juntando
semillas en laberintos de pasión,
el
cielo se enternece
en este delicado paréntesis de fuego.
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