lunes, 10 de agosto de 2015

ENUMA ELISH


Cuando en lo alto, el Cielo no había sido aún nombrado,
y debajo, la Tierra no había sido mencionada por nombre…

Así comienza el Poema Babilónico de la Creación, conocido como “Enûma Elish” por las palabras que lo inician. Su texto ha podido ser reconstruido casi totalmente gracias a unos sesenta fragmentos de tabletas de arcilla, escritas en lengua acádica y caracteres cuneiformes. Muchas copias de este poema se hallaban en los archivos de las ciudades más importantes de los antiguos reinos de Asiria y de Babilonia, particularmente en la famosa Biblioteca de Asurbanipal (668 - 627 a.C.), la mayor y más antigua de tiempos remotos, hallada en la ciudad de Nínive que hoy en día es Kuyunjik, junto a Mosul en el Kurdistán. Allí se recuperaron alrededor de 30.000 tabletas y fragmentos, correspondientes a unos 10.000 documentos principalmente relacionados con textos literarios de la tradicional sapiencia babilónica, como por ejemplo los  que hoy se conocen con el nombre de Enûma ElishAtra-hasisLa Epopeya de Gilgamesh y tantos otros…

Creación de la Tierra...



E-nu-ma  e-liš  la  na-bu-ú  ša-ma-mu
šap-li-iš  am-ma-tum  šu-ma  la  zak-rat
Apsû–ma  riš-tu-ú  za-ru-šu-un
mu-um-mu  Ti-amat  mu-al-li-da-at  gim-ri-šu-un

Cuando en lo alto, el Cielo no había sido aún nombrado,
y debajo, la Tierra no había sido mencionada por nombre,
nada existía excepto Apsû, el antiguo, su creador,
y el caos, Tiamat, del que todo fue generado.
Las aguas se agitaban en un solo conjunto
y los pastos no se habían aún formado ni existían los cañaverales.
Cuando aún ningún astro podía verse,
ninguno tenía un nombre cuando los destinos no se habían aún establecido.
Entonces, los astros fueron hechos visibles en medio del cielo.

Habla de la creación de Nannar, la luna, y de que Dios le encomienda el encargo de medir el tiempo y de vigilar y adornar el día y la noche.

Todo mes sin descanso, darás señales con tu disco, 
al comienzo del mes, cuando inicies a iluminar el territorio,
con el resplandor de tus cuernos indicarás los primeros seis días,
el séptimo día mostrarás la mitad de tu disco,
en catorceavo día te opondrás al sol: será la mitad del mes,
cuando a levante te unas al sol,
disminuye tu disco y empieza a decrecer,
en el día de la oscuridad te acercarás al recorrido del sol.

En el día vigésimo noveno, volverás hacia la puesta del sol.

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