miércoles, 8 de abril de 2015

CRÓNICAS DEL EMPERADOR ALBINO, DE MICHAEL MOORCOCK: EL DEPLORABLE VALOR DEL INFORTUNIO

El ciclo de Crónicas del Emperador Albino narra las aventuras y desventuras de Elric, 428º emperador de la isla-estado de Melniboné, que un día fue un imperio majestuoso que dominó el mundo, pero hoy se encuentra en lamentable decadencia; y Campeón Eterno, desde su llegada al trono, hasta la destrucción del mundo.  

A diferencia de los típicos protagonistas de las novelas de fantasía, Elric es un auténtico antihéroe. No se trata de un personaje pobre criado en la batalla, es el emperador de lo que alguna vez fue un poderoso imperio. No es un valiente y musculoso guerrero, es un hechicero albino y anémico que necesita drogas para poder sobrevivir. No se casa con una princesa y vive feliz hasta el resto de sus días, pues Cymoril, su primer amor, cae bajo el filo de su propia espada rúnica.

Elric de Melniboné no lucha por el bien, pues en este universo no existen simplemente el Bien y el Mal, sino caos, orden y equilibrio (fuerzas que están más allá de los conceptos humanos convencionales). Con el apoyo de su inseparable compañero Moonglum, lucha contra dioses, viaja entre universos, invoca demonios y, finalmente, coopera en el desequilibrio entre Orden y Caos, provocando la destrucción del mundo en el que viven. Sus súbditos lo ven como un líder débil, melancólico, inexplicablemente aficionado a la lectura, que no se comporta con la brutalidad que cabría esperar de un auténtico melnibonés. Sin embargo, pese a su aparente fragilidad, Elric es un brujo de recursos.

De moral ambigua, Elric de Melniboné no dudará en pactar con el demonio Arioch y aceptar la ayuda envenenada de “Tormentosa”, una espada con voluntad propia, que es tan útil en las violentas batallas como peligrosa para su dueño. Por culpa de la Espada Negra, la historia recordará a Elric con los epítetos de “Asesino de Mujeres” y “Ladrón de Almas”.

Crónicas Del Emperador Albino se compone de ocho novelas (ya editadas por Edhasa, en cuatro libros en tapa dura; cada libro incluye dos novelas) que el autor organizó de manera cronológica, aunque la mayoría de estas historias originalmente fueron publicadas como relatos en la revista Science Fantasy. Siguiendo el orden establecido a posteriori por el propio autor, Crónicas Del Emperador Albino recogerá todas las novelas de Elric. Con esta serie nació el concepto de multiverso, por el cual sus personajes saltan de una novela a otra creando así una serie de relaciones cruzadas de cierta complejidad.

El estilo de Moorcock es fluido y elegante, y aunque Elric es un personaje reflexivo y complejo, eso no obstaculiza la acción, presente en la mayoría de las páginas de esta serie. La opinión de la crítica es muy contradictoria, y esto podría hacer dudar al que se acerca por primera vez (o tiene la intención de hacerlo) al personaje.

Pero lo cierto es que para los aficionados al género de espada y brujería, Elric de Melniboné es uno de los personajes clave más populares y más representativos del género, pese a sus peculiaridades que le hacen ser completamente distinto a cualquier otro personaje.

Efectivamente, a la mayoría de las críticas no les falta su fondo de razón (su estilo es sencillo, su narrativa a veces da la impresión de improvisación, de que las tramas no guardan relación entre sí; algunos de personajes carecen de profundidad y son casi esbozos, etc.), pero les falta la perspectiva del tiempo, no tienen en cuenta cuándo fueron escritas estas novelas, y cuál era el panorama del género en ese momento, ni qué aportó Moorcock de novedoso.

Elric no es un atlético guerrero criado en la batalla, no es un gran espadachín, no es un héroe sacrificado, valeroso y de honor intachable. Elric es un personaje trágico, débil y enfermizo, que necesita su “medicina” para vivir (en realidad drogas y pociones), que usa la hechicería y que va armado con una espada mágica que se alimenta de las almas de sus víctimas. Pero sobretodo, Elric no lucha por la justicia, porque en su mundo no existen los conceptos de bien y mal, sino los de Orden y Caos, fuerzas más allá del control de los mortales.

En Crónicas Del Emperador Albino  no encontramos el trasfondo mitológico de la obra de J.R.R. Tolkien, ni las insuperables descripciones de Robert E. Howard, ni las complejas tramas de George R.R. Martin, ni la acción vibrante de R.A. Salvatore, ni los personajes cercanos y reales de Fritz Leiber. Pero en Elric encontramos al antihéroe por antonomasia, el personaje trágico y gris, víctima de un destino aciago. Puede que la obra de Michael Moorcock te conquiste o puede que te decepcione, pero estamos ante uno de los puntales del género, y con creces merece estar en la biblioteca de todo buen seguidor del género.

Jorge Antonio Buckingham

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