Del
poemario Kairos (2013).
Para
mañana seré un pájaro enfermo,
un
camaleón que se aleja del fuego,
destapando
labios de hielo,
para
resbalar coloquialmente en el vidrio.
El
secreto es más grande que el puente:
espalda
lasciva y candente
de
cuadriláteros mustios,
burbujas
en ojos caídos,
que
se disuelven en el silencio.
¿Quién
sabe de espejos en ésta
primavera
del cuerpo?
El
alivio absoluto para un perpetuo blasón;
secreciones
de entes opacos,
el
origen de un recuerdo radical.
Para
encontrar un arbusto culpable,
haré
mutilar esta campana de arena,
oscureciendo
la estrategia
que enceguece albinamente mis páginas.
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