Pherusem, la sede central del Sistema
Solar, es una capital promedio de un sistema local, y aparte de numerosas
irregularidades ocasionadas por la rebelión de Luzhix y el autootorgamiento de
Misk en Tyamath, es típica de esferas similares. Nuestro Sistema Solar ha
pasado por algunas experiencias tormentosas, pero presentemente está
administrado con gran eficiencia, y a medida que pasan las edades, los
resultados de la desarmonía están siendo desarraigados lenta pero certeramente.
El orden y la buena voluntad están siendo restablecidos, y las condiciones en Pherusem
se van acercando cada vez más al estado celestial de nuestras tradiciones y
registros.
Pherusem se divide en mil
sectores latitudinales y diez mil zonas longitudinales. La esfera tiene siete
capitales principales y setenta centros administrativos menores. Las siete
capitales seccionales se ocupan de diversas actividades, y el Soberano del
Sistema se hace presente en cada una de ellas, por lo menos una vez por año.
La energía de Pherusem está
maravillosamente controlada y circula alrededor de la esfera en canales
zonales, alimentados directamente por las cargas de energía del espacio y
expertamente administrado por un Controlador Físico Decano. La resistencia
natural al pasaje de estas energías a través de los canales físicos de
conducción produce el calor necesario para la obtención de una temperatura
constante. La temperatura a luz plena se mantiene alrededor de veinte grados
Celsius, mientras que durante el período de receso de la luz baja a poco menos
de diez grados.
Pherusem recibe luz débil de
varios soles cercanos —semejante a una luz estelar brillante— pero no depende de
ellos; pues los mundos como Pherusem no están sujetos a las vicisitudes de los
disturbios solares, ni se enfrentan con el problema de un sol en enfriamiento o
moribundo.
Pherusem carece de las cadenas escarpadas
de montañas de Tyamath, puesto que ahí no hay terremotos ni lluvias, pero abunda
de bellas praderas y de otras variaciones singulares de topografía y paisaje.
Se han preservado áreas enormes de Pherusem en “estado natural”, y el esplendor
de estos distritos está mucho más allá de los poderes de la imaginación humana.
Hay miles y miles de pequeños
lagos pero no hay ríos turbulentos ni enormes océanos. No hay lluvias, ni
tormentas, ni ventiscas, en este mundo arquitectónico, pero existe una
precipitación diaria de la condensación de la humedad durante la hora de
temperatura más baja que acompaña el receso de la luz. (El punto de rocío es
más alto en un mundo de tres gases que en un planeta de dos gases como Tyamath).
La vida física de las plantas y las cosas vivas del mundo etéreo requieren
humedad, pero ésta proviene en gran parte del sistema de circulación
subterrestre que se extiende por toda la esfera, aun hasta la porción más
elevada de la meseta. Este sistema de agua no es enteramente subterráneo,
porque existen muchos canales que conectan a los brillantes lagos de Pherusem.
El Monte Zerall es la elevación
más alta en Pherusem, cuatro mil seiscientos metros, y es el punto de partida
de todas las naves de transporte. Numerosos desarrollos mecánicos se utilizan
para proveer la energía inicial necesaria para escapar la gravedad planetaria y
sobreponerse a la resistencia del aire. Parte un transporte cada tres segundos
del tiempo de Tyamath durante todo el período de luz y, a veces, aun hasta bien
entrado el período de receso de la luz. La velocidad de despegue de los
transportadores es de aproximadamente veinticinco millas estándar por segundo,
del tiempo de Tyamath, y no alcanzan la velocidad estándar hasta no encontrarse
a más de dos mil millas de Pherusem.
Los transportes llegan al campo
de cristal, el así llamado Mar de Cristal. Alrededor de esta zona se encuentran
las estaciones de recepción para las varias órdenes de seres que atraviesan el
espacio por transporte interplanetario. Cerca de la estación de recepción en el
extremo polar del campo de cristal para los estudiantes visitantes, puedes
ascender al observatorio perlino y visualizar el inmenso mapa en relieve del
entero planeta.
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