lunes, 20 de abril de 2015

LA SAGA DE TRAMÓREA, DE JAVIER NEGRETE: EL IMPONENTE PODER DEL ACERO

Cuando Hairón, jefe de la Horda Roja y legítimo poseedor de Zemal, la Espada de Fuego, muere aquejado de una extraña y repentina enfermedad; se abre la competición por convertirse en el nuevo portador de esta arma legendaria. Se dice que esta espada fue forjada por el dios herrero Tarimán, y otorga a quien la esgrime una posición de supremo liderazgo. Su nuevo poseedor sólo puede ser un gran maestro de la esgrima, un tahedorán, uno de entre los mejores espadachines de todo el continente de Tramórea. Siete son los candidatos dispuestos a averiguar dónde se halla escondido el mítico filo. Entre ellos, uno de los más fieles lugartenientes del anterior Zemalnit (título que se concede a su dueño), el gran guerrero tahedorán  Kratos May.

Pero este no será un certamen más para disputarse el relevo de Zemal, pues hay fuerzas oscuras que vuelven a ponerse en movimiento, con fines ajenos a la comprensión humana, infundido por las pesadillas del durmiente y tenebroso dios Tubilok. Fuerzas que quieren favorecer a uno de los aspirantes de la prueba, Togul Barok, hijo del emperador de Áinar, elegido de los dioses. Kratos May tendrá que asumir la posición de improvisado maestro para Derguín, otro de los pretendientes de Zemal y antiguo alumno defenestrado de Uhdanfiún, la gran academia marcial del Tahedo. Siguiendo la guía del mago Linar de los Kalagorinôr (una orden de taumaturgos que busca sostener el delicado equilibrio de Tramórea) y junto a su nuevo discípulo Mikhon Tiq, da comienzo a una epopeya salpicada de peligros. El objetivo es dar con el paradero de la hoja celestial y asegurarse de que no caiga en manos equivocadas.

Tramórea -el mundo ficticio donde se desarrolla la trama- es un escenario realmente asombroso. Un agraciado coqueteo con la ciencia ficción (como pocos que haya visto en obras que mezclen géneros), nos sugiere que la aventura se instala en un lugar que pertenece a un tiempo pretérito muy remoto. El revelador mito de las edades que Linar desvela al calor del hogar a los jóvenes aprendices, así como los guiños visuales a una tecnología desaparecida, o las referencias a lugares prohibidos de Tramórea (como el interior de selvas impenetrables y desiertos en los que flota un mal de efectos nocivos sospechosamente parecido a la radioactividad), alude a este aspecto que, según tengo entendido, queda más esclarecido en los sucesivos libros, sin que por ello deje de encajar en la subgénero de espada y brujería.  La Saga de Tramórea está compuesta por La Espada De Fuego (2003) a saber: El Espíritu Del Mago (2005), El Sueño De Los Dioses (2010) y El Corazón De Tramórea (2011), segunda, tercera y cuarta entregas de la serie, respectivamente.

La Saga De Tramórea es una obra de fantasía y aventuras entretenida. Javier Negrete se mantiene a la vanguardia, creando una fantasía épica de alto nivel. En la primera novela los personajes sufrían mucho, aun así quizá algunos de ellos habría preferido quedarse por el camino si hubiesen sabido lo que les venía por delante, ya que en El Espíritu Del Mago hay traiciones por doquier, secuestros y robos, viajes a tierras malditas y torres kilométricas, y batallas, grandes batallas. Y entre ello, como ya he comentado, muchas intrigas, personajes carismáticos a los que se les coge un gran cariño, y otros personajes sumamente pérfidos, ya que son ellos los que hacen daño a nuestros héroes.

Es verdad que he leído muchos más libros de procedencia extranjera que doméstica en lo referente al género fantástico. Sin embargo, pienso que el madrileño Javier Negrete, autor de este vigoroso relato heroico, puede presumir con todas las de la ley de estar a la altura de respetados bestsellers de ficción anglosajones. Hoy día, la Saga De Tramórea es un firme exponente de la buena fantasía que se hace dentro del territorio español, avalada por su evolución hasta alcanzar dimensiones de tetralogía y por haber sido traducida a otros idiomas. Si no la mejor, desde luego que puede postularse en el podio de los grandes de su género en español, siendo un enorme éxito de ventas y de crítica entre los lectores.

La prosa de Javier Negrete está dotada de un estilo claro, diálogos interesantes y descripciones vívidas, amén de un léxico que nos resulta extrañamente cercano. Naturalmente la historia tiene sus ligeros altibajos, e incluso uno que otro capítulo -como la huída de Linar y Mikha de los Pantanos de Purk-, que se me hizo más irregular y surrealista. Sin embargo, el nivel general de narración y elocuencia del lenguaje es muy elevado, con pasajes como el preámbulo sobre los últimos días de Hairón o la historia personal de El Mazo se califican como  exquisitamente logrados.

Es probable que muchos pensarán que el argumento no puede ser más repetido: el fabuloso objeto inalcanzable, un héroe en ciernes, el viaje iniciático, magia, espadas, dioses que intervienen en el destino de los hombres corrientes... Pero  queda claro que esa primera impresión de relato trillado se desvanece en seguida, bastando apenas unas pocas páginas para quedar enganchados a la trama. Negrete moldea los elementos clásicos de la fantasía para urdir una prosa adictiva que atrapa en sus redes al lector gracias a unos personajes ante los que es fácil caer rendidos.

La Saga De Tramórea es una lectura que merece la pena el tiempo y el dinero invertido. Está plagada de maravillosos personajes, de grandes diálogos, de humor, de erotismo y de aventuras increíbles, emocionantes y espectaculares. Todo el que se interne en sus páginas le será imposible no sumergirse en el mundo tan vivaz que ha construido Javier Negrete para nuestro deleite. Si piensas que sólo los escritores anglosajones escriben buena fantasía, leer la Saga De Tramórea es un buen motivo para que empieces a cambiar de idea.

Jorge Antonio Buckingham

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