En 1801, el Imperio Británico ha
logrado el poder en Egipto tras
la derrota de Napoleón, por parte de Horacio Nelson en la Batalla de Nilo. Los anglosajones
suprimieron el culto a los antiguos dioses
egipcios, provocando la ira de una cábala de hechiceros locales,
quienes planean una manera de expulsar a los invasores ingleses y acabar con el
Imperio. Este plan consiste en traer del pasado a los dioses ancestrales de una
época en la que eran poderosos y liberarlos en Londres. En 1802, un agente de esta
cábala trata de invocar al dios de la muerte Anubis,
pero durante la ceremonia algo sucede...
La historia nos lleva al presente, donde un millonario
está organizando una expedición al pasado: ha descubierto que se abren ciertas
puertas en lugares y momentos predecibles, permitiendo el viaje en
el tiempo. El protagonista,
Brendan Doyle, es contratado como experto en la vida y obra del poeta romántico
inglés Samuel Taylor Coleridge,
ya que la primera expedición consiste en asistir a una conferencia realizada
por el gran vate en 1810. Sin embargo, Doyle se ve envuelto en un incidente que
le impide regresar en el tiempo y queda atrapado en el siglo XIX.
Las Puertas De
Anubis (1983) se mueve en los territorios de la
fantasía histórica, en este caso en el siglo XIX. En vez de introducir
elementos fantásticos en una novela histórica, Tim Powers introduce sus
personajes y su trama dentro de un contexto histórico real y notablemente
documentado, con apariciones de personajes reales de la época, sobre todo
personajes relacionadas con la literatura inglesa. Pero siempre está el elemento
fantástico, que aunque perfectamente creíble, le da a la novela ese punto que
nos permite adentrarnos en una historia que sin el ingrediente de fantasía, no
podría suceder.
En este caso, hay una mezcla de términos de ciencia-ficción (los
personajes viajan en el tiempo, en este caso al pasado, y conocen el efecto
mariposa, por lo que antes de adentrarse en su viaje lo planean con mucho
cuidado, estudiando el año al que viajan, por lo que Powers demuestra sus
conocimientos de la época); y de fantasía -estos viajes en el tiempo son
provocados debido a un conjuro mágico fallido. Al intentar invocar a un dios
egipcio, el conjuro sale mal y provoca una falla en la estructura temporal
debido a una explosión de energía. Esto crea unos agujeros de gusano, que los
protagonistas utilizan para viajar. Además hay ciertos personajes con
características poco usuales como el payaso Horrabin.
Las Puertas De
Anubis tuvo un
reconocimiento inmediato de la crítica, al ser premiado ese mismo año con
el Philip K. Dick Memorial Award.
La novela es ya todo un clásico entre las obras de ciencia-ficción y fantasía,
y es considerada por algunos editores, como una de las historias sobre viajes
en el tiempo más elegantes escritas hasta la fecha. La mayoría de críticos
coinciden en señalar esta novela
como la obra cumbre de Tim Powers, y el motivo de que se reconozca
al autor como uno de los pioneros del subgénero steam-punk.
Las Puertas De Anubis es un descenso a los más profundos infiernos
psicológicos y materiales. No es una novela agradable, ni complaciente, ni
agradecida. Powers ha tomado
todos estos temas de gran interés y ha creado con ellos una de las novelas
de fantasía más importantes de la década pasada. Lo que me parece criticable son
los artificios del lenguaje, las trampas con las que soluciona las situaciones,
por otro lado inviables, de las paradojas temporales y la conclusión de la
novela -tan desatinada que resulta difícil tomarla en serio. Todo ello hace que
-la galardonada con numerosos premios y considerada como novela de culto- me
haya parecido una de lectura pesada con tintes de originalidad.
En cuanto al estilo, hay buenas y efectistas descripciones de lugares y
de ambientes; y un exceso de acción, persecuciones, etc. (que se desarrollan en
escenas algo largas y similares entre sí). Algunas subtramas parecen muy jaladas
por los pelos o introducidas sin mucho criterio, como la intervención de Lord
Byron. Una cosa destacable es la continua referencia a poetas y autores
británicos, y los guiños literarios. El final es algo previsible, pero
coherente con la historia. El autor va atando los cabos de diversas subtramas,
aunque hay muchas cosas que quedan en el aire.
Mi opinión sobre la novela no es del todo positiva. Hay pasajes que se me
han hecho monótonos o aburridos, ya que las novelas desarrolladas en contextos
históricos provocan ese efecto en mí. Mas no se puede escatimar algunos diálogos
brillantes, escenas memorables y personajes entrañables, que han hecho de esta
novela un buen viaje que es justificado recomendar. No les aconsejaría que se
inicien en la obra de Tim Powers con esta novela, pero deben tenerla muy en
cuenta cuando piensen en este autor.
Jorge Antonio
Buckingham
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