Thanis es una isla de grandes dimensiones,
se puede considerar como un continente. Sus habitantes poseen una tecnología y
cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época, y fueron decisivas
en los avances de las demás culturas de Tyamath. Su ubicación les permitía el
acceso a culturas tan dispares como la Stygia y la Maya y son consumados viajeros,
dominando con sus barcos los mares y océanos de la Madre Tierra. La similitud
entre estructuras arquitectónicas como las pirámides Mayas y Stygias, o el
parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles
de kilómetros de distancia se deben a la influencia que los Thanitas (nombre
con el que habitualmente se designa a los habitantes de Thanis) gracias a su
avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo conocido.
El mecanismo industrial de esta
nación disfruta de cierta gran ventaja que deriva de la topografía singular del
continente. Las elevadas montañas, sobre las cuales caen lluvias fuertes
durante ocho meses del año, están situadas a las afueras mismo del reino. Esta
disposición natural favorece el aprovechamiento de la energía hídrica y
facilita considerablemente el riego del árido cuadrante occidental del
continente. Este pueblo es autosuficiente, es decir, puede subsistir por tiempo
indefinido sin importar nada de las naciones circundantes. Sus recursos
naturales son abundantes, y mediante técnicas científicas han aprendido a
subsanar sus deficiencias en los elementos esenciales de la vida. Disfrutan de
un ágil comercio interno, pero tienen poco comercio exterior debido a la
hostilidad universal de sus vecinos menos progresistas.
Thanis,
en general, siguió la tendencia evolucionaria del planeta: demoró miles de años
el desarrollo desde la etapa tribal hasta la aparición de gobernantes y reyes
poderosos. Los monarcas incondicionales fueron sucedidos por muchos tipos
distintos de gobierno —repúblicas fallidas, estados comunales y dictadores que
entraban y salían interminablemente. Fue paulatina la transición subsiguiente
de monarquía a la forma representativa de gobierno; al principio quedaron los
reyes como meras figuras sociales o sentimentales, y luego desaparecieron, al
agotarse la línea de descendentes varones.
La situación industrial de este
pueblo dista mucho de sus ideales; aún tienen sus dificultades el capital y el
trabajo, pero ambos se están ajustando al plan de cooperación sincera. En este
continente único los trabajadores se van convirtiendo cada vez más en
accionistas de todas las empresas industriales; y cada trabajador inteligente
se hace poco a poco en un pequeño capitalista.
Hace
mucho tiempo esta gente desarrolló nuevas técnicas para solucionar
malentendidos industriales y para la corrección de abusos económicos, las que
representan marcadas mejoras frente a los antiguos métodos de resolver estos
problemas. Se ha proscrito la violencia como procedimiento para solucionar las
desavenencias personales o industriales. No se regulan rígidamente los
salarios, las ganancias y otros problemas económicos, pero en general los
controlan los órganos legislativos de asuntos industriales, mientras que las
disputas que surjan de la industria se deciden en las cortes industriales.
El motivo del lucro dominó la industria por completo, pero
posteriormente lo han desplazado a paso acelerado otras fuerzas motoras superiores. En Thanis la competencia es intensa, pero se ha transferido gran
parte de ella de la industria al juego, a la capacitación, al logro científico
y la consecución intelectual. Está muy activa en los servicios sociales y en la
lealtad al gobierno. En este pueblo el servicio público se está convirtiendo
rápidamente en la meta primaria de la ambición. El hombre más rico del
continente trabaja seis horas al día en la oficina de su taller mecánico y
luego se apresura a ir a la sucursal local de la escuela de administración
estatal, donde procura capacitarse para el servicio público.
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