Los Annu-ki también
llamados Anunna (hijos de An), fueron los dioses confinados del mundo
subterráneo. Se dice también que vivían en Dulkug o Dulku, “montículo santo”.
Existe un texto sumerio llamado “El descenso de Inn-na al Inframundo”, donde se
identifica a los Annu-ki como los 7 jueces del Inframundo. Para otros no son
más que una familia formada por dioses inmaduros, separados de sus padres y
abandonados en un mundo que se estaba recuperando de una batalla con la estrella
de la muerte.
La leyenda cuenta que
existe otro planeta en nuestro sistema solar, llamado Pherusem, con una órbita
elíptica, similar a la de un cometa, y que tarda 3.600 años en dar una vuelta
completa alrededor del sol. Pues es en
Pherusem donde vivían los Annu-ki, que son los dioses de su panteón y
que fueron los creadores de la vida sobre la tierra y la causa de la evolución genética del hombre en la Madre Tierra.
La historia de cómo crearon
los Annu-ki a la antigua
civilización humana es bastante similar a la creación del hombre por
Dios según la Biblia. Dice la historia que Enki tomo arcilla y le dio forma,
por invitación de Nammu, aunque las primeras formas no tuvieron éxito. Los
humanos veían a estos seres como dioses, pues estos eran para ellos
inteligentes, poseedores de tecnologías, y conocimientos. Con gran longevidad,
pero a la vez mortales. Estos seres fueron llamados por los sumerios como
Annu-ki. La Biblia los menciona como “Nephilim”, aunque algunas traducciones
erróneas los llaman “gigantes”.
Hoy en día sigue siendo un misterio para la ciencia establecer el origen
de la civilización sumeria, aparecida de la noche a la mañana, con una
estructura social compleja. ¿Estarán detrás de ella los Annu-ki? La religión sumeria
presenta hoy aún problemas de identidad, debido a la rapidez con la que se
amalgamaron los principios religiosos del pueblo sumerio con los de los semitas
acadios. Sin embargo se puede evidenciar que estuvo adaptada a una sociedad
agrícola y pastoril, porque muchas de sus divinidades se corresponden con
fuerzas vitales del ciclo agrario o del ciclo regenerador del ganado. De ahí
que el agua y la actividad sexual ocupen un primer lugar en sus concepciones
religiosas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario