El “lenguaje” es la lengua común de Tyamath, con
varios dialectos o sublenguas relacionadas. Ayuda a mantener unida a
muchas áreas diversas del planeta. Quien no puede hablarlo, se le
considera comúnmente un bárbaro. El Tyamatha es considerado un lenguaje
fuerte, pero que también puede ser flexible y hermoso. Aquellos que son de
la ciudad de Unug tienen un acento líquido y suave. También hay un acento
que diferencia las altas y bajas castas, aunque algunas de las castas de artesanos
hablan con un acento similar al de la Casta Alta. También hay una forma
arcaica utilizada principalmente por los Iniciados llamada Tyamatha Antiguo. Los
médicos también mantienen sus registros en la lengua antigua de Tyamath. También
existen otras lenguas en la esfera, incluyendo las de los Cazadores Rojos, los
Salvajes Rojos y los nativos de las selvas del sur. Los Annu-ki y los Bozzok
también poseen sus propios idiomas.
La
escritura de Tyamath se registró originalmente sobre tablillas de arcilla
húmeda, mediante un tallo vegetal biselado en forma de cuña. Posteriormente, comenzaron también a utilizarse el
metal y la piedra. El término cuneiforme proviene del latín cuneus 'cuña' por la forma de las incisiones,
aunque un antiguo poema Tyamatha las
denomina gag 'cuña(s)'. En un principio, la
escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos
abstractos, los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc. Por ello, se
comenzaron a utilizar ciertos símbolos con valor fonético silábico. Así, por
ejemplo, dado que en Tyamatha las palabras ajo y dar eran homófonas (sum), el mismo
símbolo que se utilizaba para aquél comenzó a usarse con valor fonético para
éste. Con el paso del tiempo, aplicando similitudes semejantes, se creó un
corpus silábico, usado preferentemente para expresar ciertos elementos gramaticales
y conceptos abstractos.
El analfabetismo es común en Tyamath, especialmente
entre los individuos de las castas bajas. La alfabetización, por lo
general, sigue las líneas de castas; las castas altas que tienden a saber leer
y escribir. Aunque algunos guerreros son analfabetos o pretenden serlo, porque
así no se sienten verdaderos guerreros. En cambio, otros guerreros están muy
orgullosos de su alfabetización. Pero, el analfabetismo no se toma como un
signo de estupidez. Muchos Tyamathas poseen también extraordinarios poderes
memorísticos. Desde niños aprenden una variedad de recursos mnemotécnicos para
entrenar sus habilidades de retención de la memoria. Muchos poetas y
cantantes recuerdan sus obras y nunca las graban en tablillas. La música
nunca se registra, es simplemente memorizada y transmitida de maestro a alumno.
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